miércoles, 23 de abril de 2008

Desde la esquina de la mesa los veo, están frente a mí. Discuten sobre qué fruta es la mejor, la más sabrosa, la más dulce, la más barata, la más, la... ... .. . Hemos vivido la misma rutina durante dos años, tal vez más, sin embargo esta vez hay una cosquilla nueva, una invitación permanente a cuestionar el rol que me ha tocado jugar en todas esas tardes de comida, plática, sobresaltos, de invitados que de pronto aparecen y alteran el ritmo de la repetición.
¿Qué quieren de mí?

viernes, 4 de enero de 2008

Estrepitantes
despiertan del tullimiento.
Principian a secas.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Clarea la mañana.

Un grueso haz de luz ilumina la ciudad que enmarca mi ventana, a través de las cortinas percibo su presencia atravesarlo todo. Llega el calor y se estrella contra la señal del alba que llevo abrazada a mi espalda. Poco a poco la almohada libera mi atención, de la misma forma en que se balancean las temperaturas en el cuarto. Chapotea el agua que acarrea el filtro de cascada del pequeño acuario de la habitación contigua. Espero. Aún faltan unos minutos para que el reloj despertador accione su chicharra.

jueves, 6 de septiembre de 2007

¿Cómo estas?

¿Cómo estás? Disculpa si te abandoné por algún tiempo, no fue mi intención hacerlo, de hecho no ha sido mi intención dejar de escribirte, me agrada mucho saber de ti y que tu sepas de mi, pero tampoco quise importunarte ya que me imagino tenias mucho trabajo y no quería atosigarte, pero no volveré a dejar de escribir, aunque tengas mucho trabajo.

martes, 24 de abril de 2007

Esperanza Madeja

Es un tanto desesperante eso de las esperanzas.
Tener esperanzas simplemente me desespera.
¿Quiere decir ello que me cago en el principio de no contradicción?
No,
quiere decir lo que todo quiere decir:
la madeja que nos divertía se divierte con nosotros.
Triste es pensar que la maldita madeja ni siquiera tiene un rostro para bofetear o besar.